jueves, 1 de septiembre de 2011

De Chicago en busca de la melodía chilena

Nacida en Estados Unidos, pero de padre colombiano, Natalia Serna, ha encontrado en Chile un lugar nuevo, una cultura diferente que ha inspirado su música.
            Con un cambio social en el país la joven compositora nos describe parte de su experiencia en el país sudamericano.


Buscando un destino

Lleva 10 años escribiendo música y ha grabado discos de manera independiente. Se puede encontrar en su portal de internet (http://natasongs.com/wp/music/) gran parte del trabajo, incluyendo un par de videos grabados “he compuesto como quinientas canciones… pero no recuerdo muchas de ella”.
            Vivió en Chicago y luego radicó en Colombia; la vida de la cantautora ha estado plagada de culturas variadas, de norte, centro y Sudamérica “yo soy de la tierra, ahí pertenezco”. Actualmente,  vive en Chile y  se encuentra trabajando como profesora particular de inglés; también canta en algunos bares y plazas.        
Aunque la lengua que domina más es el inglés, Natalia Serna, tiene composiciones en español, incluso mezcla los dos idiomas que  considera que son sus lenguas maternas.
            Le gusta ir a la biblioteca del GAM (Centro Cultural Gabriela Mistral), toma su bicicleta, su ordenador portátil, para luego grabar entrevistas a los estudiantes de la Universidad de Chile; entrevistas que posteriormente ha empleado en su composición y melodías  inspiradas en el movimiento social chileno.


Forma de vivir

En una pequeña habitación cerca de la plaza de Yungay. Vive con una familia humilde, toma su guitarra, conecta el amplificador y toca “Velero”, cuya letra es una mezcla entre español  e inglés, donde habla de una búsqueda con ella misma.
            “Es un barrio muy lindo. He tocado en esta plaza algunas veces”, dice Natalia. Describe su barrio como inspirador, a pesar de haber vivido cómodamente en  Las Condes, donde ahora vive de manera más humilde “yo pedí esto y Dios me lo cumplió”, dice con preocupación en su rostro, mientras su mirada divaga en el techo de la habitación.



En Santiago

“Creo que Chile es joven, el movimiento (de estudiantes de Chile) es tema ahora de mis composiciones”, comenta mientras va caminando en dirección hacia la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile. Dice con emoción que la oportunidad de grabar a dos alumnos de música para incluirla en su más reciente composición; un saxofón, un clarinete y por último un chelo serán ahora parte de su melodía. Saca su ordenador portátil y su grabadora de sonidos para comenzar  la sesión.


“Busco reencontrarme…”

Regularmente encuentra inspiración en su interior, aunque también disfruta de ir al cerro San Cristóbal a leer o simplemente a observar el atardecer. La fe, las vivencias, los viajes que ha realizado, incluso a México han sido parte de su inspiración, aunque el tema central de su viaje a tierras aztecas, fue el de la inmigración de centroamericanos.
Aunque económicamente no le ha ido bien, lo que la motiva es que: “En Chile me ha tocado vivir el cambio social…”. Por ahora sus planes son de seguir tocando y terminar el proyecto de su nuevo álbum que aún está en estudio de grabación.




por Nicole Molinelli Mimica, Fernanda Jorquera, José Humberto Guerrero García

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