El festival de cine de Santiago, Sanfic, tiene una faceta visible, que es la exhibición de películas. Pero para que los jurados vean las cintas en competencia, los invitados internacionales se reúnan con el público y decenas de detalles más funcionen, todo depende de la Oficina de invitados del Sanfic.
Esta unidad, dirigida por Mauricio Aliaga, trabaja desde 4 meses antes de que empiece el festival, contactando a los posibles invitados, cerrando su participación en el festival, coordinando sus visitas, reservas de hotel, traslados y, una vez que el Sanfic está en marcha, se preocupa que todo funcione a la perfección para ellos.
“Llevo trabajando en Sanfic desde su segunda versión. El festival ha ido creciendo año a año y con él la calidad de sus invitados”, señala Aliaga. Segùn explica, este año es el más grande en “invitados rostros”, como les llaman a gente como Ricardo Darín, Santiago Segura o Willem Dafoe, actores que son más conocidos por el público general y que dan vistosidad al evento.
Pero esto también hace que haya más trabajo para el equipo de 22 personas, entre voluntarios y profesionales, que deben encargarse de que sus horarios y necesidades sean atendidos a la perfección. Cada invitado tiene asignado un asistente personal, que le acompaña en cada paso de las actividades que realiza en el marco de Sanfic y le sirve de traductor, si es necesario.
Por esto mismo, el trabajo de esta unidad durante el festival empieza a las 9 de la mañana y suele terminar a las 3 de la madrugada. Los voluntarios tienen un sistema de turnos de 4 horas, pero los profesionales tienene este ritmo loco de trabajo durante todos los días del certamen.
“Esta versión ha sido bastante tranquila afortunadamente, sin invitados problemáticos que nos les guste una cosa o la otra. Ha habido momentos problemáticos, por tener muchas actividades paralelas, pero por lo demás ha estado muy bien”, señala.
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