jueves, 6 de octubre de 2011

Vida crítica

Por Leonardo Navarro B.

Acto uno. Escena Uno. Interior. Sala de cine privada. Día. 2003.
Un grupo disperso de gente está viendo la película. Silencio. Miradas concentradas. Algunos sorbetean unas bebida. Regalo de la productora. Es la sala privada de la distribuidora de cine X. Función de prensa. Los asientos resuenan. En busca de comodidad. Es la segunda película del día. La mitad de los asistentes ha recorrido media ciudad para ver ambas cintas. Queda otra función para la noche. Es casi un día normal.
Diálogos chispeantes. acción entretenida. Al borde del asiento. Es lo que me gusta ver. es lo que quiero. La trataré bien. La mitad de los asistentes la calificará de la típica película de acción. Snobs. El oficio de crítico está lleno de snobs.
El oficio de crítico de cine consiste en hablar con el otro crítico y saber qué opina, y luego opinar igual. El oficio de crítico de cine consiste en creerse más arriba de la plebe. El oficio de crítico de cine consiste en hacerse amigo de la encargada de marketing de la distribuidora y hacer que te den regalos. Para ti. Para tu esposa. Para tus hijos. Para tu polola. Si tienes más regalos, eres mejor. Si tienes más regalos te quieren más. Si apareces en la tele, las distribuidoras TE AMAN. Si escribes en El Mercurio o La Tercera, las distribuidoras se DERRITEN por ti. Si estás en los medios grandes, te invitan a viajes. Da lo mismo qué escribas. Si apareces en la tele, no importa que tu crítica sea huera.
Te escuchan. Tú llevas el público. Tu opinión lleva a la gente al cine. Tú eres importante.
Los críticos se lo tragan. Cebo, anzuelo y lienza. Pechos inflados, egos imposibles. El círculo es estrecho, y no es fácil entrar. La rotación es alta. Tiempo estimado promedio de vida: tres años.
No es mi caso. Entré a esto por amor al cine. Me gusta el cine estadounidense, me gusta el europeo, me gusta todo. Detesto la carátula cine arte. Me aburren ciertas películas francesas. Insufribles. Fomes. Frías. Los snobs las adoran.
Soy crítico desde fines de 2000. Sueño cumplido, meta alcanzada. Paga miserable.
En dos años más, estaré fuera.

Interludio. Hoy.
Los críticos están furiosos. Nicolás López no les quiso mostrar su película Que pena tu boda. Emitieron carta pública. Acusaron censura. Todo porque están acostumbrados a publicar la crítica el día del estreno. Porque López no les dio privilegio. Porque les quitó el derecho a verla antes. Porque López los acusó de haber sido injustos con Que pena tu vida el año pasado. Esta es su secuela. Que hay boicot de los críticos, alega.
Peleas de pedantes. López lo es. Es agradable o insufrible, dependiendo del día. Es genio, pero comete errores. Es hijito de papá. Los críticos lo resienten. Él pudo y puede hacer películas. Todos los críticos querrían hacerlo también. López tiene talento. López les recuerda lo que no son. El muy imbécil lo restriega en sus caras. Se enoja. Insulta. Usa Facebook para atacar a quienes lo critican. Recibe cartas públicas por eso.
Error. Las distribuidoras no muestran las películas de Steven Seagal. Son malas. Todas. Es un placer destrozarlas, destazarlas. Si no muestras tu película, eres igual a Seagal.
Error. Puedes criticar una película después del estreno. Las críticas de teatro y música clásica, las de arte, se hacen todas después de la primera función/apertura. El cine no es diferente. No debe serlo.


Flashback. 1993.
Fines de noviembre. El estudiante imberbe se acerca a la editora de suplemento. Ingenuo. Joven. Soñador. Suertudo. Iba por Augusto Góngora. Góngora está demasiado ocupado/no tiene tiempo/pendejo molestoso, me quiero ir/pregúntale idioteces a otro.
La editora de suplemento es el plan B. Ahí escriben de historietas. El joven sabe. Conoce. Lee historietas. Hace recomendaciones. "escriban de esta obra". "Por qué no lo haces tú. Ven al diario este viernes". El golpe de un rayo. El viernes está a la hora señalada. Espera una prueba, que le pidan una muestra de su escritura. Espera un rechazo suave, pero bienintencionado. Recibe una petición de artículo. 2000 caracteres. Para el lunes. La paga es poca. No se atreve a preguntar cuanto. Baja dos pisos y se arrepiente. 12 mil. Por artículo semanal. Es estudiante de provincias. Eso es un tercio de su presupuesto mensual. Es navidad anticipada. Está en primer año de periodismo.
Es crítico/comentarista de historietas. Gana un sueldo. La fiesta dura un año. El mejor año de su vida. El sueño del pibe.

Interludio. Otras voces. Daniel Olave.



Flashback.1986.
TVN. Viernes. El noticiero. Están dando lo único que le interesa de las noticias. María Romero llena la pantalla. Habla de Fuerza vital. Las imágenes lo impresionan. Vampiros espaciales en el cometa Halley. María Romero es su ídolo. María Romero es la abuelita de la tele. María Romero tiene las llaves del reino. La ama desde que tiene recuerdos. Ama como habla ella de cine. Él ama el cine. Ama el cine, pero no es su vida. Él va a ser zoólogo.

Flashback. 1992.
Cuarto medio. La zoología está en el baúl de los recuerdos. Descubrió la música clásica. Tocó violín. Quiso estudiar música. No, dice la familia. La música en Chile lleva a ser profesor/morir de hambre/cesantía eterna. Sabe escribir, es bueno en eso. Le gusta la música clásica/libros/cine. No se puede ser escritor/mùsico/cineasta. Pero el periodismo permite hablar de lo que le gusta. Puede ser crítico. Puede ESCRIBIR sobre lo que le gusta, y ser pagado por ello. Elige esa opción. Sus ensayos de la prueba son buenos.
Objetivo:Santiago. Análisis: epicentro cultural, mayor cantidad de diarios, radios, canales de TV. La meca de los medios. Para periodismo hay que salir de Magallanes. Cualquier lugar está igual de lejos. Mejor ir a donde haya mayor proyección. Y el objetivo es uno: ser periodista de cultura y espectáculos. Y la cúspide de esa categoría es el crítico.

Interludio. Otras voces. Francisco Ortega.


Flashback. 2000.
Otra vez como crítico de historietas. En www.primeralinea.cl Una periodista de La Nación no puede ir una función de prensa. “¿Quieres ir tú” =¿Quieres ganarte el loto? Es Eugenio Onegin. Mi primera crítica de cine profesional. Basada en una novela/una ópera. El resumen de mis obsesiones. Es el sueño hecho realidad
Cinco años seguidos. Años de tres a cuatro películas por semana. Pagas malas. El resumen será una relación, una hija y un fracaso. Regalos: poleras, discos, posters, entrevistas a directores. Raspados de bolsillos a fin de mes. El sueño no alcanza. El sueño no da. La satisfacción personal no alcanza para comer. No alcanza para estar sólo y escapar de una bruja. Alcanza para dar amor a Isidora, para hacerla feliz, para llevarla al cine, para estar en años importantes y crear un lazo fuerte padre hija. Decido buscar otros trabajos, sin periodismo, pero que me dejen plata: garzón, telefonista, vendedor de tienda de video, para tratar de salvar al Titanic. Noticias: el Titanic está condenado a hundirse. Extra: esa relación estaba condenada al empezar. Especial: tu trabajo no tuvo nada que ver. Tu trabajo te salvó de la locura. Tu amor paternal te salvó de la locura. La locura tenía nombre de mujer.
Como sea. La venganza de los Sith es el último peldaño antes de bajarse del tren. Por la locura.
2006, Punta Arenas. Radio Nacional. Jefe de prensa. Podemos darnos un gusto y hacer crìtica de cine radial. Veo las películas como todo el mundo. Con público real. Con reacciones reales. No pontifico. Nunca lo he hecho. Me identifico con el espectador medio. Son tres meses.
2007: Santiago de nuevo. Un aborto de revista. Propia. Buena. Sin auspicios. Muerta al nacer. Una crítica: La vie en rose.
2008-2010: Corresponsal extranjero. Deja plata. Economía, política, casi nada de cultura. Se acaba. ¿Cine? Con entradas, sin comentar más que a los amigos. El bicho pica, el bicho llama. No hay como.
Hoy. De vuelta. No puedo evitarlo. Es mi droga. Es CINE. Me estoy reinsertando. Pocas caras conocidas. La crítica es un trabajo solitario. No soy parte del grupo. Nunca lo he sido. Nunca lo seré. Quiero escribir pensando en el espectador medio. Como siempre. Mi consejo es: no siga mi consejo. Mi opinión es una más. Sí, seguro que he visto más cine que ustedes. Sí, sé sobre él. No, no alego infalibilidad como el papa. Discutan conmigo. Digan que me equivoco. Mándenme al carajo. Vean la película y formen su propia opinión. Soy una guía, pero no el mesías. Soy un crítico, pero no un dios. No es el objetivo. Proclamo una verdad: todo el cine es arte, bueno o malo, pero arte al fin.
No quiero adoración o aprobación. Quiero expresar mi amor por lo que me gusta. Quiero hablar bien de lo que está bien. Ahorrar su dinero en entradas/libros/historietas y advertir de un bodrio que puede ver luego, en video o Internet, o pedir prestado en la biblioteca. Pero pedirle que vaya al cine. Que compre un buen libro. Que escoja una buena historieta. Quiero ayudar.
Ahora sé que me metí en esto para enseñar. Voy a terminar educando, lo último que quería mi mamá profesora.
Me acabo de dar cuenta.
El final está en desarrollo.

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