jueves, 3 de noviembre de 2011


Bajar a segunda división: complica el sustento familiar




Cuando faltan tres fechas para que termine el campeonato de clausura y todos los medios hablan de los coletazos del pasado clásico entre Colo Colo y Universidad de Chile. Hay un grupo de equipos que luchan para no bajar de categoría. Esta amenaza está latente para los jugadores que les trae varias consecuencias laborales y familiares.
Para los jugadores es bastante complicado estar en un club que está con opciones de bajar de división. Más aún en Chile, donde los sueldos bajan considerablemente y el ámbito laboral se acota en demasía.

El ingreso de los jugadores cuando bajan a segunda división disminuye en un 30% , se suma también que los clubes de primera división no contratan a jugadores recién descendidos agudizando más aún la crisis.
   
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    Manuel “caté” Ibarra ex jugador de fútbol, campeón con Universidad de Chile en el 2004 tiene bastante claro su punto de vista “bajar a segunda división es una desilusión personal. Siempre uno tiene la creencia que lograr buenas temporadas...tiene sueños y objetivos de triunfo,( lograr un campeonato).pienso que es lo peor que le puede pasar a un futbolista, por que se desvaloriza, hay una hinchada que sufre mucho y te tiene como culpable ...y obviamente tu familia lo siente y trata de darte apoyo siendo que ellos también son los afectados. 
Hernán “clavito” Godoy es un sabio del fútbol, el cual ha laborado en más de 20 clubes distintos del futbol criollo y en estos momentos está en una situación difícil en donde llegó como el salvador de un Santiago Morning el cual está en el último lugar y con serias posibilidades de bajar a segunda división. Su gran caballito de batalla es incentivar a los jugadores ya que les recalca que si ellos bajan a segunda sus sueldos no serán los mismos y muchos no tendrán club.  
    


                                                                                    Algo parecido piensa Álvaro Pintos , uruguayo que ha militado en más de 15 equipos en todo el mundo. Álvaro tiene claro que bajar a segunda es difícil pero no es lo más trágico: “no es el fin que descienda un equipo al contrario el club se tendría que replantear las cosas que se hicieron mal y tratar de hacerlas bien para que suba ese mismo año el club a primera con gente que quiera el club y con hambre de gloria”.

El aspecto familiar es importante en estos casos ya que son los que sufren por la desgracia del sustento del hogar, por lo mismo Pintos nos da su visión de este aspecto: “Es duro porque cuesta agarrar un nuevo contrato en otro equipo y la familia sufre mucho. Porque en muchos casos la familia depende de que a uno le vaya bien.”

El hecho de bajar a segunda división no sólo lo sufren las hinchadas de los equipos, sino principalmente los mismos jugadores y toda una familia detrás de ellos. Descender de categoría es como tener una baja de sueldos, menos aspiraciones y dignidad. Es por esta razón que se ve comprometida la economía y el sustento de las familias de cada jugador que pierde la categoría.






                                                                                                           Escrito por: Andrea Pastene
                                                                                                                              Bastian Monterrey
                                                                                                                              Agustin Soto.











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