jueves, 20 de octubre de 2011

Claves para entender una reforma tributaria

Fotografía: Daniela Jofré
Las discusiones sobre una posible reforma tributaria toman espacio dentro de los medios nacionales. Durante el último tiempo, y a raíz de las diferentes manifestaciones que se han desarrollado en nuestro país, salen a la palestra opositores y favorables a una reforma tributaria. El tema es parte de las demandas estudiantiles y diversos analistas discuten sobre su efectividad ante un supuesto escenario de aprobación a tal reforma.

Sin embargo, a la hora de preguntar sobre su aceptación en la sociedad, nos encontramos con un panorama peculiar. Muchas personas aprueban dicha demanda, pero no tienen una idea clara de cómo esta reforma se aplica ni cuál es su significado específico, confusión parecida cuando se trata del término “lucro”, palabra clave en las movilizaciones estudiantiles de los últimos 5 meses.

¿Qué significa específicamente reforma tributaria? ¿Por qué es tema de discusión en los últimos días? ¿Será ésta una de las soluciones concretas para las demandas no sólo estudiantiles, sino sociales y culturales?

En palabras sencillas, una reforma tributaria es un cambio, a través de una Ley y posteriores decretos, que permite modificaciones a los impuestos y tasas tributarias de un país. Se trata de una reestructuración a la forma de recibir ingresos para el Estado por parte de la ciudadanía, lo que se traduce en fondos invertidos al servicio público.

El objetivo de ésta es distribuir de manera equitativa los impuestos que paga cada ciudadano en el país, evitando una desigualdad abismante entre el sector socio-económico más vulnerable y aquel más poderoso.

Esta discusión no viene principalmente de nuestro país, sino que es una tendencia que han tomado diversos países con el fin de transparentar los fondos públicos y hacer de los impuestos una contribución más equitativa entre las partes. Todo bajo el contexto de una crisis económica latente que tiene como principales víctimas a la clase media y baja de cada estado.

                           

Es así como el planteamiento de una reforma tributaria presiona la Ley de Presupuesto 2012, que se vota todos los años y se encuentra en la mira de quienes son protagonistas de las últimas demandas sociales en el país. Reforma tributaria resuena entre los parlamentarios y actores políticos, quienes dan su perspectiva sobre el supuesto cambio.

El contexto de las demandas estudiantiles
La ley de Presupuesto Fiscal Anual es el documento financiero del estado en el cual se realiza un balance respecto a los ingresos (derechos) y al gasto (obligaciones) público durante el año fiscal. Esta ley fue presentada el 30 de septiembre por el Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y la directora de Presupuestos Rosanna Costa, ante la Cámara de Diputados. Aprobada o no, esta ley regirá a partir del próximo año.



El Presidente Piñera, destinará $5.499.308 millones en educación preescolar, escolar y superior, en temas de aumento de subvenciones, mayor cantidad de becas y rebajar la tasa del Crédito con Aval del Estado, entre otras facultades.


Sin embargo, los estudiantes exigen que se le dé más prioridad a una Reforma Tributaria, señalando que la Ley de Presupuestos no forma parte de la solución de las demandas que piden ya que los temas estudiantiles no son abordados en su totalidad por esta ley. Es así como hacen un llamado al congreso a demorar la tramitación de la ley enviada desde el gobierno, para discutir respecto a este nuevo impuesto que, según ellos, garantizará la gratuidad y calidad de la educación.


Esta reforma consistiría en un impuesto que se le debe pagar al Estado, y éste a su vez debe realizar inversiones en sectores donde la sociedad se vea más débil, tal es nuestro caso como en la educación.


Ahora, ¿desde dónde proviene este impuesto?
Es un impuesto que deben pagar empresas, civiles, organizaciones varias, entre otros, y que deben ser pagados, ya sea por ser dueño de una propiedad privada, o bien, por un servicio efectuado en alguna actividad. Al hacer este pago, la inversión del dineral se inyecta donde la sociedad se vea más afectada según la administración del país.


Precisamente esta reforma beneficiaría en la infraestructura de colegios en mal estado, en el aumento de recursos tecnológicos, ya sean computadores, laboratorios, sillas o mesas para los alumnos, etc. Además esta inversión beneficiará no sólo al sector de la población más vulnerable, sino que también a todos aquellos que no tienen los recursos para pagar la educación, abriendo más oportunidades para quienes lo necesitan.


No obstante, en algunos sectores, existen voces que se oponen férreamente a esta reforma por considerarla peligrosa, especialmente, en medio del contexto económico actual.


Una reforma tributaria que esté enfocada, por ejemplo, en el incremento de los impuestos a las grandes empresas, tendría un impacto negativo en el Producto Interno Bruto, desde el punto de vista en que los grandes accionistas y las empresas extranjeras se retirarían del país o migrarían junto a su producción ante una eventual alza de impuestos, lo cual generaría pérdidas y además no ayudaría a lograr una mejor distribución de la riqueza.


Pese a esto el ministro de Economía, Pablo Longueira, afirmó que el gobierno está dispuesto a conversar respecto a este tema sólo después de la resolución del congreso respecto a la Ley de Presupuesto 2012 y que su aplicación requerirá un largo tiempo.


En vista de las características, terminologías, escenarios futuros, adversos o favorables que significaría la aplicación de esta reforma, aún existe un debate profundo que no hace más que profundizarse ante la futura aprobación de la Ley de Presupuestos. Hablar de reforma tributaria es una idea formulada tras las últimas demandas estudiantiles, buscando la gratuidad  y calidad de la educación. No obstante, las implicancias que este cambio tendría en el futuro socio-económico de nuestro país, es un tema complejo y difícil de preveer en un futuro cercano.

Daniela Jofré
Roberto Martínez

No hay comentarios:

Publicar un comentario