jueves, 10 de noviembre de 2011

Historial de indisciplinas: la necrosis del futbol nacional

La conducta de Jorge Valdivia, Gonzalo Jara, Arturo Vidal, Jean Beausejour y Carlos Carmona ha causado gran revuelo, por encontrarnos a horas del primer enfrentamiento para las eliminatorias al Mundial de Brasil 2014, pero ese no es el detalle más sabroso. Se puede aducir que durante el exitoso periodo de Marcelo Bielsa no ocurrieron sucesos como éste o, más bien, se manejó cautelosa y rígidamente desde el punto de vista comunicacional. El tema pasa por Claudio Borghi, la acentuada pasividad con la que controla a sus elegidos y la estrecha relación que mantiene con algunos de ellos luego de su paso por Colo Colo.
Tenemos casos emblemáticos, como el de Roberto Cereceda, quien vulneró la concentración irrestricta que suministraba el rosarino, Marcelo Bielsa, a la selección. En ese minuto, la prensa especializada trató de mirar en menos el hecho y no otorgarle mayor importancia.
En el proceso de Nelson Acosta, durante el año 2006, ocurrieron dos hechos que ensuciaron el nombre de nuestro país. El primero de estos aconteció durante una gira por Europa, en Dublín – Irlanda. Parte de los jugadores de dicha convocatoria, entre los cuales estaban Reinaldo Navia, Mark González y Jorge Vargas, tuvieron un encuentro descortés con unas “chicas de la noche” como después las especificaría el calvo entrenador.
Al año siguiente, y en medio de la Copa América realizada en Venezuela, nuestra selección se encontraba concentrada en la ciudad de Puerto Ordaz para enfrentar a Brasil en Cuartos de Final; pero algunos jugadores como Jorge Valdivia, Pablo Contreras, Álvaro Ormeño, Rodrigo Tello, Jorge Vargas y Reinaldo Navia, cometieron algunos desórdenes en el Hotel en que estaban hospedados y alteraron a todo un plantel.
Dos hechos claros; en primer lugar el denominado Dublinazo que, como estuvo en el marco de una gira amistosa, no conllevó a demasiadas sanciones por parte de la ANFP; comandada en ese instante por Reinaldo Sánchez.
El segundo hecho, conocido como Puerto Ordazo, tuvo una relevancia aún mayor y la sentencia para los jugadores fue dependiendo del grado de intervención que cada uno tuvo. Los más perjudicados sin duda fueron Jorge Valdivia, Jorge Vargas y Álvaro Ormeño, quienes recibieron 20 fechas de castigo por parte de la asociación.
No deja de llamar la atención que Jorge Valdivia y Jean Beausejour se repliquen en situaciones  como la del pasado martes. Sólo basta recordar el nefasto momento, previo al duelo contra Argentina en Buenos Aires, en que estos jugadores protagonizaron un altercado en la cafetería Tavelli, ubicada en Providencia. La única “gran” diferencia es que, en esa oportunidad, Borghi tuvo que acudir a la falta de detalles para no sancionar a sus pupilos. Una gran falsedad, debido a que sólo fue un gesto noble por parte del “Bichi” para no desconcentrar la atención que, en esos días, sólo se enfocaba en el debut eliminatorio.
También se levantan hechos acaecidos en la Copa América de este año en Mendoza, cuando se vislumbró a Gary Medel y Arturo Vidal disfrutando de la bohemia trasandina. Muchos periodistas omitieron tal información para que no se desviara la atención hacia eventualidades de otra índole.
La lista sigue, hacia atrás, con muchos momentos de altercados y bochornos que, con la llegada de Bielsa, se pensaba  que se podían terminar; pero no fue para nada de tal forma. El tema fue que no se ventiló, o por lo menos, los éxitos estaban tan a la vista que no daban cabida a otros episodios. Por un momento creímos estar en la cima del futbol mundial, nos prepararon para eso; pero lamentablemente volvemos a tropezar con la misma piedra. Ese mal que veíamos lejano, regresa constantemente a infectarnos.





Pedro Massai - Javiera Tobar
 

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